No sé qué escribir, hablando de ti, para no olvidar estos días tan difíciles y especiales a la par.
No sé cómo encapsular toda tu esencia, los sentimientos al verte sonreír, al consolarte cuando lloras, al reír contigo. Tus movimientos y sonidos, algunos aparecen de pronto, otros los haces desde casi el principio. Todos los adoro. Lo que siento al abrazarte.
No se puede escribir, ni retratar, ni pintar. Sólo se puede vivir una sola vez mientras se hace largo y corto al mismo tiempo.
Quiero que pase el tiempo y vivirlo todo, y a la vez quiero quedarme aquí, en esta inocencia, esta mirada que no esconde otra cosa que lo que ves. Es como un milagro cada día contigo. Un milagro verdadero.
Un día miraré atrás y habré olvidado los detalles, no los supe plasmar aquí. Pero supongo que siempre veré en ti a mi bebé, esa criatura que acuné, que alimenté de madrugada, que lloró en mis brazos desconsoladamente.
Siempre seguirás siendo mi bebé, y supongo que algo de todo esto volveré a sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario