Sobre este blog


Esta es la primera entrada de lo que pretende ser un blog personal pero estrechamente relacionado con la música como hilo conductor. A quien no le interese un pepino lo que me pasa o las paranoias en las que pienso y sobre las que divago, quizás no haga mucho por aquí, aunque también pretendo publicar entradas meramente informativas o artísticas, sin tener mucho que ver conmigo. Se podría decir que quiero que sea un sitio donde se pueda descubrir música, al margen de tener que tragarse mis historias.

Todo esto de las primeras intenciones me hace mucha gracia, porque es el tercer blog que empiezo y ninguno de los dos anteriores terminó siendo lo que tenía en mente. Soy una persona con poca continuidad, y muchas veces las ideas se me quedan en arrebatos desdibujados.

Para empezar y como aperitivo, quiero lanzar una primera cuestión al aire:

¿Quién no ha usado la música para arropar su propio estado de ánimo?, ¿o para modificarlo deliveradamente? A mí por ejemplo, se me da muy bien ponerme canciones enérgicas para salir de un momento de apatía, o ponerme música tranquilita para decirle a mi cuerpo que necesita calmarse un poco. Una de las maravillas de la música es que desprende no sólo contenido lírico, sino también un tempo, una energía...Es mi forma de arte favorita, y qué menos que dedicarle mi blog.

En estos momentos de mi vida, la necesito especialmente para arroparme. Para reencontrarme. Para seguir adelante. Para no perderme y acabar en Marte.

Cuando alguien ya no puede con la vida o consigo mismo, cada cual tiene su truco. Hay quien lee como un poseso para evadirse, o quien sueña con colores y formas que pintar en su lienzo. Yo oigo melodías que me acompañan en mi drama. Las canto a todas horas para mis adentros. Estrofas y notas me van acariciando hasta devolverme el juicio.

Ya dice el refrán que "el que canta, su mal espanta." Travis también saben de qué hablo, y si no, vean ustedes mismos:



LETRA: http://www.lyricsfreak.com/t/travis/sing_20140503.html