miércoles, 21 de diciembre de 2022

Un top del año

Me paso por estas páginas para dejar un breve post sobre Miguel Bosé. Siempre me ha gustado su música, pero este año lo he escuchado especialmente, la verdad es que lo he escuchado muchísimo, tanto que me lo saca el Spotify en mi top 10 del año.

A pesar de escucharlo mucho, no sé gran cosa sobre él. Hay otros artistas que me gustan por los que me he interesado más y he ido siguiéndolo un poco a nivel personal, pero la verdad es que no necesito saber mucho para respetarlo, como se hace en principio con cualquier persona.

Una cosa que me duele mucho es cómo se le ha ridiculizado a raíz de sus apariciones en los medios con su teoría conspiranoica sobre el coronavirus. Se puede discrepar con alguien sin faltarle al respeto, que es lo que están haciendo con este artista. Se le llama "loco" con mofa y risa. "Se le ha ido la olla", dicen. Lo peor, o bien lo dicen pensando que está en sus cabales a modo de insulto o bien en serio, con lo que faltarían al respeto a una persona con problemas mentales o psicológicos.

Todo el mundo tiene derecho a su opinión. Una opinión no hace daño a nadie. Dice mucho en contra de nosotros como sociedad esa reacción.

Aparte de haberlo escuchado mucho este año, me topé el otro día con un momento en una entrevista que me dio mucha vergüenza ajena. Era una entrevista a Alaska en La Resistencia, de David Broncano. La vi a cuento de que estuve indagando un poco sobre ella tras ir a ver a Fangoria y Nancys Rubias. "Está to locooo, loooocoo, loooco" o algo similar proclamaba entre risas, creyéndose muy gracioso. Alaska una vez más me demostró con su respuesta que es muy grande.

Le dedico esta entrada a mi querido Miguel, que tantos buenos momentos musicales me ha proporcionado, con uno de los temas que más he escuchado este año.




viernes, 25 de noviembre de 2022

The Cranberries "Electric blue"

Hoy me he acordado de esta canción y me la he puesto varias veces. Es fabulosa en todos los aspectos. Se podría definir como una ovación / oración. Una oda a un ser amado, no sabemos si vivo o muerto, o si se trata del mismo Dios. Es una canción curativa, de fé y de amor verdaderos, cuya música acompaña a la perfección. Llegó a mí allá por el 2013, donde estaba feliz pero un poco perdida. Ese año también me dio por escuchar más a este grupo, y recuerdo que intenté aprender a tocar la guitarra y saqué algunas de ellos.

Es una canción para rezar, y con ella, aparte de disfrutar, echo a volar mis plegarias.

Domine, Domine Deus

Domine, Adiuva Me




sábado, 12 de noviembre de 2022

The Cure in Madrid 11/11/2022

Me está pasando algo muy raro y es que he empezado a pensar en inglés al empezar a escribir esta entrada. En fin, raro.

Por fin llegó la fecha señalada y estuve a tiempo y hora en la cita con mi grupo favorito. Llegué mucho más tarde de lo que me habría gustado, con lo que tuve que colocarme más lejos. Pero bueno, estuve allí. No cometí el error de coger grada, porque tengo comprobado que no me gusta ver los conciertos en grada. A las 9 en punto salieron al escenario, la primera canción fue del nuevo disco. Salió primero Jason y se colocó directamente tras su batería, luego los demás en un orden que no pude distinguir, y yo buscaba a Robert, nuestro creador supremo, como todos. Jesús me advierte de dónde está, y ahí lo veo. Va despacito asomándose para saludar a su manera, simplemente sonríe y hace leves gestos, primero va hacia un lado y después lentamente recorre el otro mientras ya suena la música. Le saludo emocionada desde allí donde estoy, una pulga entre la gente con la mano levantada. Él no me ve pero yo sí, y eso es lo que cuenta. Se sucede la primera canción, la cual no había oído todavía. En esta era digital es difícil disfrutar las cosas tal como se plantean. Querían presentar sus canciones en directo, y eso me propuse hacer, disfrutarlas (u odiarlas) en directo, para lo cual reconozco que me tuve que resistir bastante, y finalmente acabé por escuchar una, que también tocaron. En este caso descubrí y disfruté de la que ahora sé que se llama Alone, y me gustó. Lo siguiente que suena es Pictures of You, muchas luces de colores y los acordes consabidos. De pronto estoy tan presente como nunca he estado en ningún sitio, esta canción me ha acompañado tantos años, me la he puesto en tantas situaciones, es tan Cure. Me empiezan a brotar lágrimas a borbotones. Nunca he entendido lo que sucede cuando alguien se emociona por algo así, nunca me había pasado, ni siquiera lo entendí mientras me estaba pasando. El caso es que me sentía feliz y frágil, como si fuera a morirme en ese momento y todo fuera a desaparecer. La música, la gente, mis recuerdos. No podía creer que algo me gustara tanto y fuera tan especial para mí, y a la vez era como descubrirlo por primera vez. Se juntó el presente, el pasado y la eternidad. Y hasta el final de la maravillosa Pictures of You dura mi sueño de cuento de hadas, en que no puedo distinguir realidad de fantasía. Empiezan los primeros momentos de Closedown, la cual reconozco en seguida, y por unos instantes amago otro llanto cuando el otro acababa de extinguirse, pero empiezo a sentir que no se oye bien, y todo se me desmorona. La canción progresa y es como una versión retumbosa y desfigurada de la original. No se oyen las guitarras de ensueño, los teclados celestiales no son dulces protagonistas sino invasores estruendosos, y la batería rítmica e hipnótica no hace más que antojarse horrible al taparlo todo. La voz de Robert está cuidada y en buenas condiciones pero tampoco se integra correctamente, ya que todo lo demás es un desastre. Sé que están tocándola increíblemente, como siempre hacen, como he escuchado que hacen en todos los conciertos que he ido anteriormente, porque no es porque sea mi grupo favorito, pero es una banda con un directo increíble. Pero a pesar de sus intentos nada suena como debería. ¿A qué le echamos la culpa? No soy técnica de sonido. O el local tiene una acústica horrible, o lo han calibrado todo con el culo. 

A partir de ahí empieza el anti-sueño en el que parece que el diablo me está ofertando mis anti-canciones favoritas. El repertorio es sublime, muchas favoritas: a night like this, want (distorsión melódica de la buena, de la marca Cure, que no se descifraba más que en mi memoria), from the edge of the deep green sea (las mejores guitarras lloronas que imaginaba y no podía reconocer), Shake dog Shake, I can never say goodbye (la única nueva que ya había oído y me había encantado, que sonaba mil veces mejor en aquel móvil de un fulano que en el soñado concierto presente), Push ... y llega el primer bis. La selección fue exquisita, no tengo palabras. Cuando empezó Cold atisbé volver a llorar, pero este desencanto latiente me lo impidió. La siguió Faith y el antisueño casi me mata de pura rabia, porque estaba haciendo todo lo que había que hacer para disfrutar de esta obra de arte en directo, y ellos todo de sus dedos y sus manos para ofrecérmela, pero el producto era lo que no debía ser.

El segundo bis como viene siendo habitual se centró en los grandes éxitos, de los cuales hicieron buena selección. La que más disfruté fue Lullaby, que sonó mejor que otras. The Walk me deja queriendo y no pudiendo. A Forest: ¿amor de fan o realmente sonó mejor que otras? Sufrí un poco menos. Mis mayores antiorgasmos: Friday I'm in love y Just like Heaven. Mis canciones amadas sonando horriblemente, sin guitarra percibible, estruendosas, de los propios artistas que admiro, es como una pesadilla en la que intento recomponerme a cada rato. 

Me olvidé de comentar Charlotte Sometimes que fue de las primeras, en la que el disfrute disparatado potencial se vio hundido en la cruel realidad Kafkiana que estaba viviendo.

Todo esto se aderezó de pequeños pellizcos de realidad de la mala, de parte de la peor forma de naturaleza humana que parece que puebla muchos cuerpos y almas de mis congéneres: un olor a cerveza rancia descomunal, toda ella por el suelo. Latas y vasos por doquier. Gente que piensa que la pista no es de todos sino de ellos, y en su éxtasis de júbilo, a lo que se suma el hecho de ser un cerdo, se mueven como en plena crisis de enajenacion mental, pisan y empujan a placer. Algunos claramente afectados por las drogas y su evidente estupidez que llevan de serie, gritan sandeces: "hijo de putaaaaa" 😶

No tengo palabras. Me da por reírme mientras sufro.

Lo único que me da calor y consuelo es Jesús con su cerebro normal en el cual sé que puedo reposar estos despropósitos con la mirada y su cariño constante que impide que me venga abajo. Y el pensamiento de que son ellos y están allí conmigo. En cada grabación cutre que he oído se sabe que siguen tocando como siempre, increíblemente bien. Pensar que lo están haciendo para mí como habían prometido, aunque todo confabule para que no se transparente por ningún sitio.

Hasta aquí puedo contar.

Esperando el nuevo disco como loca y larga vida a The Cure.

PD: No eché ni una foto. El orden de las canciones probablemente no es correcto.

PD2: los sueños:


https://m.facebook.com/groups/hispacure/permalink/10157900282116705/?sfnsn=scwspmo&ref=share



sábado, 13 de agosto de 2022

La madre que me parió

Hace diez años que no escribo en este blog y, la verdad, es como si otra persona hubiese escrito todo lo que hay aquí, tal es lo que ocasiona el paso del tiempo en nuestro ser o, al menos, lo que ha ocasionado en el mío.

Hoy cumpliría años mi madre, si no fuera porque hace año y medio que falleció. Hoy hace 81 años que este mundo la recibía, en los brazos de mi abuela. No es que esté escribiendo esto porque hoy piense más en ella, porque lo cierto es que pienso en ella a no poder más, y cada día es peor. No es que me moleste pensar en ella, todo lo contrario, lo que ocurre es que no se suceden esos pensamientos de forma del todo dulce, sino que me dejan un sabor agridulce, y lo agrio no me lo sacudo de encima todavía.

Es normal, supongo. Hace poco todavía que te fuiste, y todavía lo estoy asimilando. La tristeza sigue sobrevolando todos los recuerdos, y un poco de dolor y de remordimientos.

Si pudiera plasmar aquí todo lo que tengo en la cabeza..., pero es imposible. 

Gracias por haber sido mi madre, por tu amor y tu dulzura. Gracias por todo lo que te callaste por no hacerme daño. Por todo lo que hiciste por mí. Por todo lo que me dijiste.

No fue perfecto, porque así es como son las relaciones humanas, pero no supimos hacerlo mejor.

Este tema es para ti hoy, porque es un tema magnífico y te encantaba Miguel Bosé. Porque te mereces tu isla de libertad, desprenderte de las preocupaciones que te hemos creado sin cesar, desprenderte de las obligaciones que cumplías ciegamente por tu familia. Eras un ser tan bueno...

Te quiero, mamá.