sábado, 12 de noviembre de 2022

The Cure in Madrid 11/11/2022

Me está pasando algo muy raro y es que he empezado a pensar en inglés al empezar a escribir esta entrada. En fin, raro.

Por fin llegó la fecha señalada y estuve a tiempo y hora en la cita con mi grupo favorito. Llegué mucho más tarde de lo que me habría gustado, con lo que tuve que colocarme más lejos. Pero bueno, estuve allí. No cometí el error de coger grada, porque tengo comprobado que no me gusta ver los conciertos en grada. A las 9 en punto salieron al escenario, la primera canción fue del nuevo disco. Salió primero Jason y se colocó directamente tras su batería, luego los demás en un orden que no pude distinguir, y yo buscaba a Robert, nuestro creador supremo, como todos. Jesús me advierte de dónde está, y ahí lo veo. Va despacito asomándose para saludar a su manera, simplemente sonríe y hace leves gestos, primero va hacia un lado y después lentamente recorre el otro mientras ya suena la música. Le saludo emocionada desde allí donde estoy, una pulga entre la gente con la mano levantada. Él no me ve pero yo sí, y eso es lo que cuenta. Se sucede la primera canción, la cual no había oído todavía. En esta era digital es difícil disfrutar las cosas tal como se plantean. Querían presentar sus canciones en directo, y eso me propuse hacer, disfrutarlas (u odiarlas) en directo, para lo cual reconozco que me tuve que resistir bastante, y finalmente acabé por escuchar una, que también tocaron. En este caso descubrí y disfruté de la que ahora sé que se llama Alone, y me gustó. Lo siguiente que suena es Pictures of You, muchas luces de colores y los acordes consabidos. De pronto estoy tan presente como nunca he estado en ningún sitio, esta canción me ha acompañado tantos años, me la he puesto en tantas situaciones, es tan Cure. Me empiezan a brotar lágrimas a borbotones. Nunca he entendido lo que sucede cuando alguien se emociona por algo así, nunca me había pasado, ni siquiera lo entendí mientras me estaba pasando. El caso es que me sentía feliz y frágil, como si fuera a morirme en ese momento y todo fuera a desaparecer. La música, la gente, mis recuerdos. No podía creer que algo me gustara tanto y fuera tan especial para mí, y a la vez era como descubrirlo por primera vez. Se juntó el presente, el pasado y la eternidad. Y hasta el final de la maravillosa Pictures of You dura mi sueño de cuento de hadas, en que no puedo distinguir realidad de fantasía. Empiezan los primeros momentos de Closedown, la cual reconozco en seguida, y por unos instantes amago otro llanto cuando el otro acababa de extinguirse, pero empiezo a sentir que no se oye bien, y todo se me desmorona. La canción progresa y es como una versión retumbosa y desfigurada de la original. No se oyen las guitarras de ensueño, los teclados celestiales no son dulces protagonistas sino invasores estruendosos, y la batería rítmica e hipnótica no hace más que antojarse horrible al taparlo todo. La voz de Robert está cuidada y en buenas condiciones pero tampoco se integra correctamente, ya que todo lo demás es un desastre. Sé que están tocándola increíblemente, como siempre hacen, como he escuchado que hacen en todos los conciertos que he ido anteriormente, porque no es porque sea mi grupo favorito, pero es una banda con un directo increíble. Pero a pesar de sus intentos nada suena como debería. ¿A qué le echamos la culpa? No soy técnica de sonido. O el local tiene una acústica horrible, o lo han calibrado todo con el culo. 

A partir de ahí empieza el anti-sueño en el que parece que el diablo me está ofertando mis anti-canciones favoritas. El repertorio es sublime, muchas favoritas: a night like this, want (distorsión melódica de la buena, de la marca Cure, que no se descifraba más que en mi memoria), from the edge of the deep green sea (las mejores guitarras lloronas que imaginaba y no podía reconocer), Shake dog Shake, I can never say goodbye (la única nueva que ya había oído y me había encantado, que sonaba mil veces mejor en aquel móvil de un fulano que en el soñado concierto presente), Push ... y llega el primer bis. La selección fue exquisita, no tengo palabras. Cuando empezó Cold atisbé volver a llorar, pero este desencanto latiente me lo impidió. La siguió Faith y el antisueño casi me mata de pura rabia, porque estaba haciendo todo lo que había que hacer para disfrutar de esta obra de arte en directo, y ellos todo de sus dedos y sus manos para ofrecérmela, pero el producto era lo que no debía ser.

El segundo bis como viene siendo habitual se centró en los grandes éxitos, de los cuales hicieron buena selección. La que más disfruté fue Lullaby, que sonó mejor que otras. The Walk me deja queriendo y no pudiendo. A Forest: ¿amor de fan o realmente sonó mejor que otras? Sufrí un poco menos. Mis mayores antiorgasmos: Friday I'm in love y Just like Heaven. Mis canciones amadas sonando horriblemente, sin guitarra percibible, estruendosas, de los propios artistas que admiro, es como una pesadilla en la que intento recomponerme a cada rato. 

Me olvidé de comentar Charlotte Sometimes que fue de las primeras, en la que el disfrute disparatado potencial se vio hundido en la cruel realidad Kafkiana que estaba viviendo.

Todo esto se aderezó de pequeños pellizcos de realidad de la mala, de parte de la peor forma de naturaleza humana que parece que puebla muchos cuerpos y almas de mis congéneres: un olor a cerveza rancia descomunal, toda ella por el suelo. Latas y vasos por doquier. Gente que piensa que la pista no es de todos sino de ellos, y en su éxtasis de júbilo, a lo que se suma el hecho de ser un cerdo, se mueven como en plena crisis de enajenacion mental, pisan y empujan a placer. Algunos claramente afectados por las drogas y su evidente estupidez que llevan de serie, gritan sandeces: "hijo de putaaaaa" 😶

No tengo palabras. Me da por reírme mientras sufro.

Lo único que me da calor y consuelo es Jesús con su cerebro normal en el cual sé que puedo reposar estos despropósitos con la mirada y su cariño constante que impide que me venga abajo. Y el pensamiento de que son ellos y están allí conmigo. En cada grabación cutre que he oído se sabe que siguen tocando como siempre, increíblemente bien. Pensar que lo están haciendo para mí como habían prometido, aunque todo confabule para que no se transparente por ningún sitio.

Hasta aquí puedo contar.

Esperando el nuevo disco como loca y larga vida a The Cure.

PD: No eché ni una foto. El orden de las canciones probablemente no es correcto.

PD2: los sueños:


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